Todas las decisiones que toma el ego en lo más profundo están basadas en reforzar su propia existencia. Cada decisión que creemos tomar lleva una intencionalidad oculta para obtener o para evitar algo.
De tal manera que si yo decido irme de viaje un fin de semana, posiblemente sea porque necesito obtener placer o a la misma vez quiero evitar ponerme en contacto con mi aburrimiento.
De tal manera que todas las decisiones aparentemente tomadas desde la idea de un ego hace que sigamos estando distraídos con la idea de lo pensamos que somos.
Cuando podemos ver esto, tomar decisiones no tiene ningún sentido. Porque en cada una de esas decisiones vas a poder ver su objetivo al mismo tiempo.
Por lo que las decisiones importantes son las que no las tomas tú como ego o como personalidad, son decisiones que no están basadas en una necesidad, sino que son tomadas cuando ni siquiera pasan por el filtro mental, simplemente se decide y te ves decidiendo. Pero no hay una entidad separada de un yo egoico o idea mental que está decidiendo. Simplemente la decisión se toma, sin más, y la ves decidiéndose porque es lo que ocurre y lo que tiene que ocurrir.
A lo que a un nivel más profundo… ¿Qué sentido tiene tomar decisiones egoicas? de esta manera lo único que hacemos es seguir repitiendo historias una y otra vez para mantener «viva» a la personalidad para alargar en una línea de espacio temporal la creencia del yo y del individualismo. Y esa idea va acabar… porque siempre acaba… tarde o temprano. Al vivir en un línea temporal tiene un comienzo y tiene un final.
Por lo que todas las decisiones que tomamos en esa línea espacio temporal siendo consciente de ellas no son importantes, son simplemente un juego. Son un ir y venir de aparentes decisiones que te mantienen distraído sin darte cuenta de que las decisiones más importantes no eres tú como persona quien las toma sino que ya han sido tomadas mientras eres o puedes ser testigo de ello.